Uno de los errores más comunes entre anfitriones es pensar que poner un precio “a ojo” es suficiente. La realidad es que, si no lo configuras correctamente, puedes perder mucho dinero… o incluso espantar a los huéspedes que realmente quieres atraer.
1. Perder reservas por ser demasiado caro
Un precio elevado sin una justificación clara en la calidad, ubicación o servicios hará que tu anuncio pase desapercibido. Las plataformas como Airbnb y Booking muestran primero las opciones que ofrecen la mejor relación calidad-precio para el viajero. Si tu precio no compite, tu visibilidad caerá.
💡 Solución: compara precios de alojamientos similares en tu zona y usa herramientas de precios dinámicos para ajustar según demanda y temporada.
2. Ingresos por debajo de lo que podrías ganar
Por el otro extremo, un precio demasiado bajo puede llenarte el calendario… pero a costa de tus ganancias y, muchas veces, de atraer a un perfil de huésped que no cuida la propiedad como debería.
💡 Solución: calcula tus costos fijos y variables, y fija un mínimo que siempre cubra tus gastos más un margen de ganancia razonable.
3. No aprovechar la temporada alta
En destinos turísticos, la temporada alta es oro puro. Si no ajustas tus precios a la demanda, podrías estar ganando lo mismo en enero que en mayo… y eso es perder oportunidades claras de ingreso.
💡 Solución: aplica tarifas especiales para feriados, eventos locales y temporadas de alta ocupación.
4. Problemas de percepción de valor
El precio también comunica calidad. Un alojamiento de alta gama con un precio demasiado bajo puede generar desconfianza (“¿por qué tan barato?”), mientras que un precio alto sin un respaldo de valor percibido genera frustración y malas reseñas.
💡 Solución: alinea el precio con la experiencia que ofreces, desde las fotos hasta los servicios incluidos.
5. Falta de reacción a cambios en el mercado
Eventos, clima, restricciones de viaje o cambios económicos pueden modificar la demanda en cuestión de días. Si no ajustas, puedes quedar fuera de juego.
💡 Solución: usa precios dinámicos con inteligencia artificial que reaccionen automáticamente a las variaciones de la demanda.
Conclusión
El precio no es un número cualquiera: es una estrategia. Una configuración equivocada puede costarte reservas, ingresos y reputación.
En Domun, optimizamos los precios usando herramientas de inteligencia artificial y análisis de mercado para que cada noche cuente… y que el valor que recibas esté siempre a la altura del esfuerzo que pones en tu propiedad.